Bird_p137 reviewed El jorobado de Notre-Dame by Victor Hugo
Entre campanas, sombras y amores imposibles: Mi viaje por El jorobado de Notre-Dame de Victor Hugo
5 stars
Leer El jorobado de Notre-Dame de Victor Hugo fue como adentrarme en un París medieval donde lo bello y lo trágico conviven en cada rincón, donde las sombras son tan densas como los sentimientos de sus personajes. Aunque ya conocía la historia por sus adaptaciones, la novela me sorprendió por su profundidad, su oscuridad y su humanidad desgarradora.
En el centro de la historia están tres personajes que me conmovieron de formas muy distintas. Quasimodo, el jorobado sordo que vive entre las campanas, representa la ternura incomprendida, la marginación y la lealtad más pura. Esmeralda, la joven gitana, es el símbolo de la inocencia perseguida, la belleza libre y la víctima de los prejuicios sociales. Y Claude Frollo, el sacerdote dominado por sus pasiones prohibidas, encarna la lucha interna entre fe, deseo y culpa.
Lo que más me impactó fue cómo Hugo convierte la catedral de Notre-Dame en mucho más …
Leer El jorobado de Notre-Dame de Victor Hugo fue como adentrarme en un París medieval donde lo bello y lo trágico conviven en cada rincón, donde las sombras son tan densas como los sentimientos de sus personajes. Aunque ya conocía la historia por sus adaptaciones, la novela me sorprendió por su profundidad, su oscuridad y su humanidad desgarradora.
En el centro de la historia están tres personajes que me conmovieron de formas muy distintas. Quasimodo, el jorobado sordo que vive entre las campanas, representa la ternura incomprendida, la marginación y la lealtad más pura. Esmeralda, la joven gitana, es el símbolo de la inocencia perseguida, la belleza libre y la víctima de los prejuicios sociales. Y Claude Frollo, el sacerdote dominado por sus pasiones prohibidas, encarna la lucha interna entre fe, deseo y culpa.
Lo que más me impactó fue cómo Hugo convierte la catedral de Notre-Dame en mucho más que un escenario. Es casi un personaje en sí misma: majestuosa, eterna, testigo mudo de las pasiones, los crímenes y los amores imposibles de quienes la habitan.
El jorobado de Notre-Dame me recordó que la verdadera monstruosidad no siempre está en lo físico, sino en los corazones que no saben amar. Es una obra que mezcla lo humano, lo histórico y lo poético con maestría.