Bird_p137 reviewed La Nausea by Jean-Paul Sartre
El peso insoportable de existir: Mi inmersión en La náusea de Jean-Paul Sartre
5 stars
Leer La náusea de Jean-Paul Sartre fue como abrir una puerta a una habitación en la que ya había estado antes, pero que nunca me había atrevido a explorar por completo. La novela, presentada como el diario de Antoine Roquentin, un hombre aislado en la ciudad ficticia de Bouville, me confrontó con la experiencia más cruda y despojada de la existencia: la sensación de que nada tiene un sentido inherente.
Desde las primeras páginas, percibí una incomodidad creciente. Roquentin describe cómo los objetos cotidianos —un guijarro, una raíz, una silla— empiezan a revelarse en su pura presencia, sin el velo de las categorías y palabras que solemos usar para domesticarlos. Y es ahí donde aparece la "náusea": esa incomodidad física y metafísica que provoca darse cuenta de que las cosas simplemente son, sin razón, sin propósito. Al leerlo, sentí una mezcla extraña de vértigo y lucidez, como si por un …
Leer La náusea de Jean-Paul Sartre fue como abrir una puerta a una habitación en la que ya había estado antes, pero que nunca me había atrevido a explorar por completo. La novela, presentada como el diario de Antoine Roquentin, un hombre aislado en la ciudad ficticia de Bouville, me confrontó con la experiencia más cruda y despojada de la existencia: la sensación de que nada tiene un sentido inherente.
Desde las primeras páginas, percibí una incomodidad creciente. Roquentin describe cómo los objetos cotidianos —un guijarro, una raíz, una silla— empiezan a revelarse en su pura presencia, sin el velo de las categorías y palabras que solemos usar para domesticarlos. Y es ahí donde aparece la "náusea": esa incomodidad física y metafísica que provoca darse cuenta de que las cosas simplemente son, sin razón, sin propósito. Al leerlo, sentí una mezcla extraña de vértigo y lucidez, como si por un momento pudiera mirar la realidad sin disfraces… y no siempre me gustara lo que veía.
La trama en sí es mínima. No hay una historia lineal, sino fragmentos de reflexiones, encuentros breves, diálogos que parecen no conducir a ninguna parte. Y, sin embargo, en esa aparente falta de dirección reside la fuerza del libro. Sartre no pretende contarnos una aventura, sino sumergirnos en la experiencia misma de estar vivo cuando se han caído todas las certezas.
Lo que más me impactó fue que, junto a la desesperación, también hay un atisbo de liberación. Cuando Roquentin comprende que la vida no tiene un sentido dado, también descubre que esa ausencia de sentido es lo que nos permite crear el nuestro. Esa idea se quedó conmigo como una semilla inquieta.
La náusea no es un libro que se lea para entretenerse. Es una confrontación, un espejo incómodo que devuelve nuestra propia mirada. Y aunque a ratos me pesó, también me recordó que mirar de frente el vacío puede ser el primer paso para llenarlo.