Bird_p137 reviewed Our Mutual Friend by Charles Dickens
Riqueza, muerte y redención – Mi travesía por Nuestro común amigo de Charles Dickens
4 stars
Leer Nuestro común amigo fue como adentrarme en un laberinto de sombras y luces donde la codicia y la compasión conviven en un delicado equilibrio. Desde las primeras páginas, sentí el poder de la ironía de Charles Dickens y su mirada implacable sobre la sociedad victoriana: un mundo donde el dinero parece ser el único lenguaje que todos entienden.
La historia comienza con un cadáver hallado en el río Támesis —una imagen oscura que marca el tono de toda la novela— y con la noticia de una herencia que transformará la vida de varios personajes. Lo que más me impresionó fue la maestría con la que Dickens entrelaza esas vidas: el joven John Harmon, dado por muerto; Bella Wilfer, atrapada entre el amor y la ambición; los Boffin, que luchan con la tentación de la riqueza. Cada uno encarna un fragmento de la condición humana, con sus deseos, sus errores …
Leer Nuestro común amigo fue como adentrarme en un laberinto de sombras y luces donde la codicia y la compasión conviven en un delicado equilibrio. Desde las primeras páginas, sentí el poder de la ironía de Charles Dickens y su mirada implacable sobre la sociedad victoriana: un mundo donde el dinero parece ser el único lenguaje que todos entienden.
La historia comienza con un cadáver hallado en el río Támesis —una imagen oscura que marca el tono de toda la novela— y con la noticia de una herencia que transformará la vida de varios personajes. Lo que más me impresionó fue la maestría con la que Dickens entrelaza esas vidas: el joven John Harmon, dado por muerto; Bella Wilfer, atrapada entre el amor y la ambición; los Boffin, que luchan con la tentación de la riqueza. Cada uno encarna un fragmento de la condición humana, con sus deseos, sus errores y su esperanza de redención.
Mientras leía, me conmovió la manera en que Dickens combina el humor con la tristeza. Su descripción de Londres —con sus basureros, sus oficinas sombrías y sus calles vibrantes— me pareció casi musical, un retrato vivo de la miseria y la grandeza humana.
Al cerrar el libro, comprendí que Nuestro común amigo no es solo una crítica al poder corruptor del dinero, sino una meditación sobre la dignidad, el perdón y la posibilidad de renacer incluso desde las aguas más turbias. Dickens me recordó que la verdadera riqueza no se mide en oro, sino en compasión.